OLIVAR CHICO DE LOS FRAILES – FUENTE BARBA

Recinto verde situado en la ladera sur de la Sierrilla o Sierra de Aguas Vivas, donde nace el arroyo del mismo nombre. Cuenta con triple acceso, uno peatonal en las proximidades de la Ronda Norte, otro al final del Camino de Hinche y el tercero para vehículos, en su zona Norte.
Espacio natural con una extensión de unas 12,5 has. Que conserva en buen estado la vegetación original de bosque mediterráneo con ejemplares arbóreos de encinas, alcornoques, olivos, piruétanos,… junto con arbustos y matorrales como retamas, escobas, tojos, torviscos,… Constituye una zona periurbana privilegiada para disfrutar del contacto con la naturaleza y de la calidad del medio.


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Fue cedido para uso público por la promotora que urbanizó La Sierrilla. En la década de los 90, con cargo a los fondos europeos, se rehabilitó acertadamente la Casa de Labranza (que lleva el nombre del fallecido edil Valeriano Hornero Moreno) y anejos, así como la charca y el área de recreo, instalaciones inauguradas en 1995.
El cerramiento con muro de piedra fue levantado por los talleres de la Universidad Popular que, actualmente, utiliza las instalaciones y promueve talleres medioambientales.
Existe un proyecto muy avanzado para la instalación en la Casa de Labranza de un Centro de Interpretación de la Naturaleza en colaboración con la Junta de Extremadura.


Fuente Barba (Fuente Bárbara): está situada al final del Camino de Fuente Hinche, a la entrada del Olivar Chico de los Frailes. Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico del siglo XIX la cita como Fuente Barbas pero los cacereños la conocen con los nombres de Barba/s o Bárbara.
Presenta una estructura casi cúbica y abovedada que recubre el manantial –pozo- de agua. Junto a la Fuente también existieron lavaderos, aunque nunca tuvieron la importancia de los de Beltrán, Hinche, Aguas Vivas o la Madrila.
Hasta 1996 permaneció casi escondida entre higueras, zarzales y plantas trepadoras, fecha en que se limpió y restauró por la Casa de Oficios de “La Sierrilla” de la U.P. de Cáceres, siguiendo la política de rehabilitación de las fuentes públicas cacereñas, impulsada por el entonces concejal de Urbanismo Valeriano Hornero Moreno. Se protegió su acceso con una verja, se limpiaron y forraron con cal sus paredes y quedó al descubierto la bóveda de media naranja que la remata.

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